Boletín n.3
- confrecorcr
- 9 abr
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Apreciados Hermanos y Hermanas Consagrados-as
Hemos iniciado la Cuaresma con la mirada y el corazón en la Pascua y este año tiene la particularidad de realizarse en el contexto del Jubileo Ordinario con su lema de “Peregrinos de esperanza por el camino de la paz“, así como de la *oración en todo el mundo por la salud de nuestro amado Papa Francisco, testimonio viviente* de hermandad, solidaridad, misericordia y de quien aun en medio de su situación, sigue testimoniando fe, esperanza y caridad así como llamando a la paz .

Por tanto, en línea con este marco eclesial y la invitación de la CLAR a comunicar esperanza en medio de nuestra realidad de migrantes, aumento de la violencia, homicidios, narcotráfico, ajustes de cuentas y encarecimiento de la vida, estamos llamados a vivir este tiempo litúrgico como oportunidad propicia para ser signo de esperanza en gestos concretos, para ser las manos, los pies, los ojos y el corazón de Jesús en medio de nuestros hermanos, para ayudarnos, servir, comprender, así como para no caer ni fomentar la polarización que divide, no pronunciar palabras ni tener gestos que hieran sino más bien palabras, gestos y acciones que brinden consuelo, alivio y conduzcan a la reconciliación. Si bien, no siempre es fácil ni menos instantáneo, no es imposible si dejamos que Jesús sea el que se exprese, nos transforme y guíe paso a paso, a su ritmo pero con plena libertad para actuar. Es oportuno que nos preguntemos ante Jesús sacramentado *¿Cómo quiere Él que viva la Cuaresma? ¿De qué necesito desprenderme y en cambio, qué es importante que fortalezca en mí para poder resucitar en Pascua con Él? Unámonos al Crucificado para poder resucitar con el Resucitado!


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